• El “Pato” Enloquece
• Marcha de Zacatecas
• La Salud de Andrés
Parecía un chiste irreverente pero ya no lo es. En un principio los más avezados analistas insistían en que la postulación del “pato” Donald John Trump –el apellido de su madre era MacLeod, demostración de que sí tuvo-, era poco menos que una broma y una provocación acaso para que él y sus millones fueran tomados en cuenta en la justa republicana. De hecho, algunos de los contendientes con mayores posibilidades no aceptaban su nombre por cuanto representaba y por sus discursos cargados de xenofobia, odio y racismo.
Pasadas algunas semanas comenzó a considerársele como un precandidato viable, moviendo fortunas, a costa de injuriar –no calificar- a los llamados “indocumentados” mexicanos que forman la cúspide de la pirámide de la hipocresía: gracias a la clandestinidad de sus esfuerzos los salarios recibidos son menores y a hurtadillas; pero, por desgracia, basta con esto para asegurar las remesas hacia México convertidas, con los precios del crudo en vaivén hacia la baja, en la principal fuente de ingresos desde el exterior y con amplias comisiones para uno de los socios estrellas del establishment: Ricardo Salinas Pliego, campeón de las modernas tiendas de raya, banquero por derivación y acaparador de plata entre otras lindezas oscuras. Con él, me aventuro a señalarlo, se cierra el atroz círculo de la corrupción entre el gobierno putrefacto y los empresarios rapaces.
A cambio de ello, un solo multimillonario mexicano, el mayor, Carlos Slim Helú –no vamos a entrar por ahora a analizarlo-, se atrevió en su momento de arranque a cuestionar al mentecato estadunidense cuya prepotencia no se detendrá con el muro que pretende erigir. (A veces pienso que sería útil para contener la marejada de abusivos especuladores e inversionistas aventureros del norte y no para detener a quienes, por falta de oportunidades en un país cortado a la medida de los acreedores, salen en busca de mendrugos para ganarse la vida y las de sus familiares).
El tono del enfermo mental, Trump, fue subiendo al tiempo de que diversos miembros de nuestra sociedad, la mayor parte por fuera del gobierno temeroso, se pronunciaron con una fuerza de palabra sin precedente respecto a quien ya se proponía como líder cazador de la candidatura republicana; luego sumarían sus voces, curiosamente, los ex presidentes de la derecha, felipe calderón y los fox, quienes abundaron en calificativos –de truhán, payaso y farsante no le bajaron- pero no analizaron las razones por las cuales había llegado a exaltar el odio xenófobo sobre todo contra los mexicanos aduciendo que éstos eran portadores sólo de problemas, traficantes de drogas y engendros de violencia sorda… sin referirse a los grandes “padrinos”, como él, quienes se benefician de estas condiciones mientras restan virtudes a los “ilegales” productivos gracias a los cuales los productores, sobre todo agricultores, y ahorradores gracias a la oferta de manos desesperadas posibilitan márgenes suficientes para romper los precios del mercado y competir con ventajas con los de otras naciones, específicamente México. Una buena estrategia, para ellos, para expandirse sin disimulo.
De allí que haya concluido que, gracias a las políticas entreguistas de la derecha del poder, esto es desde el régimen salinista hasta nuestros días –de las que fue además instigador Jorge Castañeda Gutman quien hoy apuesta por la amnesia colectiva para pararse el cuello con un extemporáneo mensaje en inglés al “pato”-, perdimos la rectoría social, esto es sin dominio pleno para atacar las grandes desigualdades comunitarias. Imagínense que se cierren las fronteras: ¿qué haríamos para asimilar y darles ocupaciones a los más de dos millones de mexicanos emigrantes aun cuando las tuertas estadísticas oficiales hablan sólo de 60o mil lo que NO cuadra con las remesas enviadas a México por más de veinte mil millones de dólares previos encajes del el Banco Azteca, fundado con la venia de fox congraciándose así con Salinas Pliego quien tanto le debe a los salinas de gortari?
Slim le dijo a Trump que si despreciaba a los mexicanos debía causar baja en los negocios mancomunados en los que el estadounidense fungía más como empleado que como socio. Trump, por primera vez, guardó silencio, casi desarmado; pero, recuperado, volvió a los andares al grado de retirar de sus actos a los periodistas –como Jorge Ramos, una de las voces hispanas más respetadas en la Unión Americana, lo mismo que a un fotógrafo de Times recientemente-, que le inquirían por sus fobias. Así entiende la libertad de expresión el bárbaro que considera esencial desplazar a los indocumentados –en una nación formada por éstos-, para exacerbar los odios hacia los extranjeros en todos los niveles. Viajar a los Estados Unidos, ahora cuando lleva sólo dos meses al frente de la Casa Blanca el personaje de marras, es una temeridad NO recomendable, mucho menos si se acarician los estados en donde el nuevo
Atila se hizo fuerte.
Y me explico: miles, acaso millones, de coterráneos nuestros han sido acostumbrados, gracias al PRI y sus brazos ejecutores incluso dentro de la conveniente oposición, a aprovechar las vendettas políticas para vender su voluntad y dignidad políticas; y aunque muchos de éstos se dicen asqueados por la corrupción en México suelen poner en práctica lo asimilado poniéndose de cuclillas ante el mejor postor. Esta es apenas una de las explicaciones con miras a entender los porqués de los apoyos de parte de la comunidad hispana al execrable.
De esta manera, dinero e influencias de por medio, Trump compra voluntades tibias. Y no sólo solo: utiliza a los de nuestra sangre como parapeto mientras insiste en que México pague por el muro de la ignominia como si fuera un factor de provocación mayor semejante al de Hitler previo a la ocupación de Austria. Existen similitudes históricas que definen los perfiles de fascistas para quien el mundo termina en su propio ombligo o debajo de este.
Lo grave es que, en este momento, el futuro de los Estados Unidos es de una incertidumbre atroz; los propios republicanos están asustados ante el avance de Trump quien parece, en estos momentos, la carta más viable para abanderar al elegante republicano como si fuera un circo en donde nadie conoce los antecedentes y se dejan llevar por los malabares circunstanciales. Un millonario, sí, ávido de expandirse hacia el sur con el pretexto de que México es un estado fallido y, para ello, se ha experimentado en Tamaulipas, en donde los últimos gobernadores hasta el nefasto y descastado Egidio Torre Cantú, le han hecho el juego a los traidores y a los narcos en plena eclosión de barbarie. Por el norte penetran los infames que quieren destazar al país y ni siquiera el hablador “El Bronco” tiene la menor intención de detenerlos.
Mientras, el presidente peña ha lanzado una declaración con las ambigüedades de siempre si bien con una sentencia clara, antes de las elecciones de noviembre pasado: no podría admitirse, no es lógico, que un xenófobo mordaz y recurrente ocupe la oficina oval con la intención de sobajar al mundo para crear una especie de territorio “de la pureza” –sino aria sí integrada por las colonias que la han poblado- alejándose del mundo y sus requerimientos de paz. Que se sepa, hasta el momento, la Unión Americana ha mostrado un evidente desinterés por los refugiados de la guerra en Siria y Libia propiciada por los casi “robots” de sus fuerzas armadas obligados a devastar sin preguntar por qué. Falló pea, fallaron sus operadores, falló nuestro gobierno.
Debate
Cuando yo era niño me enamoré, platónicamente, de la chica que encabeza a la regia Banda de Música de Zacatecas; tocaba los platillos con tanta gracia que mis sueños eróticos no hacían sino situarme entre ambos instrumentos para que nos ocultaran un beso furtivo. Fue una quimera; intenté conocerla pero, en esos días, los muchachos teníamos demasiadas trabas, sobre todo en provincia, y no pudo ser. Luego me entusiasmó, momentáneamente, la hija bellísima de un gobernador amigo de mi padre. Las hormonas estaban en su esplendor.
Además, como pretendía hacerme torero –para lo cual me escapé de casa-, Zacatecas se quedó grabado en mi alma. Sí conocí y comenzó mi amistad con el más grande, el inmenso nuevoleonés Manolo Matínez, que duraría hasta su temprana muerte en 1996… ¡ya pasaron veinte años y yo si digo dando lata!
Pues bien, según los indicios, mi querida Zacatecas está en subasta. El PRI lanzó como su abanderad a Alejandro Tello Cristerna -¿no será Cisterna?-, condenado de forma irremisible a ceder al poder a MORENA como parte de los arreglos soterrados: allí dominan la zona los Monreal, desde Fresnillo, desde hace varios lustros… y ahora quieren actuar como los nefastos Moreira Valdés de la acobardada Coahuila. Esto es, Ricardo, actual jefe delegacional de Cuauhtémoc en el Distrito Federal y ex gobernador de la entidad luego de renegar del PRI, el PRD y hasta el PT, quiere legarle la gubernatura a su hermanito David…aunque con la falsa discreción de hacerlo tras dos períodos de gracia, el de Amalia García y el del actual predador Miguel Alonso Reyes, quien, a su vez, destruyó las aspiraciones de su cuñado, Pedro de León, ya lanzado como aspirante del PAN-PRD. Un lío de familia como los de los “Peluche”.
Mientras tanto, nadie investiga como fue que Monreal logró la privatización de la mina del Edén a favor suyo, entre otras acciones exaltadoras. Lo cierto es que allí están las evidencias que demuestran cómo gobiernan los morenistas formados en el PRI.
La Anécdota
A Ricardo Monreal pregunté no hace mucho, antes de los comicios en el Distrito Federal:
-¿Está en condiciones Andrés Manuel para encabezar una nueva campaña presidencial a sabiendas del infarto sufrido y sus secuelas?
Guardó silencio unos instantes y respondió:
-Está bien. Claro que debe cuidarse y ha disminuido el ritmo pero tiene empuje para llegar a la Presidencia.
Interpreten la respuesta como tarea.
¡Ay, la Doctrina Estrada!
Señalaba la autodeterminación de los pueblos y ahora está reducida a jirones.
Con ella podríamos callarle la sucia boca al mal nacido Trump, “el pato”, cuya alevosía no tiene límite.
Agradezcamos por ello a miguel de la madrid, carlos salinas, ernesto zedillo, los fox, felipe calderón y, desde luego, a enrique peña nieto.